Vuela

Una etapa se va por el comienzo de una nueva. Abre los ojos, no tengas miedo de volver a nacer, no tengas miedo de respirar la vida como si fuera la mejor fragancia jamás creada.

Despídete, alza el vuelo y no tengas miedo a caer, que tus ganas de explorar la vida sean más fuertes que el sentimiento de dar por tierra cuando ya no te quedan fuerzas ni para seguir manteniendo el rumbo hacia la incertidumbre.

Disfruta del tiempo, porque cada segundo serán más valiosos que todo el oro junto; que ninguna sensación sea motivo de pérdida de esa joya, si no que sea la razón de estremecimiento puro y pleno, y sigue disfrutando intensamente, porque será la causa de que tu corazón está lleno de vida.

Enorgullécete de ti, por haber superado el entrenamiento previo para empezar a jugar en este ring tan complejo y bonito llamado vida.

No te rindas, porque será hoy el día en el que empieces a disfrutar viendo como las hormigas recogen las miguitas que les vas dejando en su camino. El día en el que toques todo aquello que creías que sólo los dioses podían hacerlo; te darás cuenta de que el piano nunca se tocó solo y que tu eras la que nos deleitabas, tañendo sus notas y no solo emocionandote con ellas.

Será hoy el día en el que empieces a escribir tu propia historia en la que la única protagonista principal seas tu misma, y que el tema principal de ese gran libro sea el hilo de la búsqueda hacia lo que tanto hablaban los filósofos, el sentido de la vida.

Parecerá que has cerrado una etapa y que ya la has perdido, pero realmente un final es otro principio, un principio de nuevas oportunidades para ser feliz.