Microrrelatos



Como todos los días, voy a la floristería y compro un par de rosas. Caminando por la calle voy oliendo aquellas flores y recuerdo como a mi hija de pequeña le encantaba cogerlas. Ahora soy yo quién las coge para llevárselas a su tumba



Noches en vela escribiendo mis deseos me hallo, mirando a las estrellas para ver si alguna caía del cielo. Aquel escrito lo guardaba, esperando a que cayera la noche y seguir escribiendo aquel deseo donde, desde hace 40 años, le pido casarme contigo.



En el colegio, mi asignatura favorita es la de artes. Me encanta pintar cuadros, escribir historias, imaginar… hasta que decidí hacerlo realidad, me dibuje el mejor cuadro en el brazo para escribir mi propia historia; mi suicidio.



Como todas las mañanas en estas vacaciones, cojo la mochila, la sombrilla y por supuesto, la cartera. Mis hijos siempre me piden helados, por eso llevar algo de dinero siempre viene bien. Tan rápido como pudimos, fuimos a la playa para reservas sitio, pero cuando estábamos ahí, un montón de risas se pronunciaron; me había olvidado de mis pantalones

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yogurt

Monstruos

Vuela